Busco la etimología de la palabra entusiasmo y resulta que viene de EnDeus, vocablo latino que significa algo así como "estar en Dios", en una modesta y personal interpretación moderna del concepto original, que espero me sea permitida.
Y hago un recorrido aproximado por todas las cosas y personas y situaciones que en estos días me llevaron a experimentar entusiasmo: el trabajo, la rutina del trabajo, esa repetición de levantarme al alba y transitar la autopista en sentido inverso a la muchedumbre que llega a la ciudad.
El arribo a un lugar en el que muchas personas, más de cincuenta probablemente, preparan sus herramientas de trabajo en un clima de aparente caos en el que, sin embargo, cada uno de ellos está guiado por un propósito claro. Cada uno prepara lo que será su tarea cotidiana con dedicación, sin que el termo y el mate distraigan ni por un momento la concentración.
Y hay chistes y cantarinos buenos días y alegría. Y todo es bastante pesado y con mucha responsabilidad ya que el error de uno puede estropear el esfuerzo de todos.
Piénsenlo por un momento: ese minuto de historia en televisión que los ha deleitado tiene una historia que fue escrita por autores, una escenografía que fue pensada y realizada, una iluminación, unos actores, vestidos, maquillados y peinados por personas que conocen su oficio, que se mueven según las indicaciones de directores que han pasado la noche anterior imaginando la mejor manera de contar ese fragmento de historia en imágenes de la manera mas bella, y a la vez, posible.
Y luego eso llega a ustedes y si provoca un instante de emoción, un destello de placer y de belleza, misión cumplida.
Y pensé que eso mismo que acabo de describir que sucede en mi trabajo, ocurre con todo por igual. El pan que llega a mi mesa comenzó con semillas arrojadas a un surco, que esperaron la lluvia, y luego la cosecha y la molienda, y el amasado y el horno, y el sabor en mi boca: el alimento, el pan.
¿Sería mejor el mundo si todos hiciéramos lo que nos toca con entusiasmo?
No lo se pero sin duda es algo que merece la pena ser intentado.
La condición imprescindible es el goce en la ejecución de la tarea.
La única pregunta a contestar es: ¿me gusta lo que hago? ¿lo que estudio? ¿aquello en lo que quiero convertirme?
La pregunta que más veces he contestado en el ultimo tiempo ha sido: ¿No te cansa hacer teatro y televisión al mismo tiempo? La respuesta es sí. Pero amo lo que hago y vivo entusiasmada, y alquimizo el cansancio y lo convierto en una dulce y gozosa molicie.
La vida conspira a nuestro favor cuando tenemos claro lo que queremos hacer.
Y cuando tenemos claro que estamos confundidos, también.
No hay nada malo en no saber lo que se quiere hacer. O ser.
Lo malo es no intentar los cambios por pereza, falta de confianza o miedo.
Estamos más a salvo de lo que creemos, o de lo que nos quieren hacer creer.
¿Dios preverá? Sí, si trabajo y busco con alegría y fe. No, si me quedo sentado con desesperanza y desaliento, permitiendo que las noticias catastróficas horaden mi alma y mi cerebro.
Disfruto mi trabajo, celebro este contacto periódico con ustedes, gozo de los encuentros con mis amigos y de mis momentos de soledad elegidos.
Y todo eso incluye los malos momentos en el trabajo, los desencuentros con los amigos y los momentos de soledad no elegidos. Pero por encima de todo prevalece la textura de la vida que me ha sido dada y el agradecimiento.
Gracias por los conceptos elogiosos a mi trabajo. Finalmente para eso trabajo.
Los abrazo
Leonor
sábado, 22 de enero de 2011
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Qué lindo es buscar el origen de las palabras.
ResponderEliminarTodavía no sé por qué llaman "lengua muerta" al latín, por ejemplo.
Viva la lengua viva.
Saludos Leonor, y que este tesoro de la aceptación de las cosas tal como las describís, te siga acompañando.
Voy a seguir leyendo (entusiasmada)
Alejandra
Hola Leonor y compañeros del blog,leo el post de Leonor y estoy convencida que cuando uno ama lo que hace inevitablemnente se entusiasma en la realización de la tarea, sea cual fuere.Y como dice Leonor hasta el cansancio se alquimiza. Por ahí lo interesante es atreverse realmente a hacer lo que a uno le gusta eligiendo el camino de la libertad.Libertad para elegir la tarea o profesión que más nos guste o lo que fuere...me parece que la libertad y el entusiasmo se llevan muy bien también.
ResponderEliminarMuchos cariños para todos,
María Marta
Hola Leonor, y compañeros del blog.
ResponderEliminar“Lo malo es no intentar los cambios por pereza, falta de confianza o miedo.”
Wo!, que empujón, gracias en este momento me sirve de mucho.
Lo digo porque noto que en mi caso, el miedo y el entusiasmo van de la mano. Voy a empezar a cursar 5to año de secundaria y al finalizar, mi vida va a girar por completo. Me entusiasma estar en 5to, terminar la escuela, saber que voy a pasar a un nivel superior, mudarme a un lugar que yo elegí, estudiar la carrera que me gusta, y en cierta manera “independizarme”, pero también me da miedo toda la inseguridad que acarrea el cambio. A veces, terminar, volver a empezar, extrañar, fallar, fracasar, son verbos que se hacen presentes, me asustan cuando pienso en las cosas que me entusiasman y me incentivan a subir un escalón, y me pasa que no sé para donde salir corriendo. A pesar de esos momentos, también pienso en seguir con los planes que tengo, así cueste (ojalá no me equivoque). La diferencia es que ahora cuando se produzcan voy a tener en cuenta el comentario que remarqué al principio.
Espero que todos anden bien.
¡Felicitaciones por Herederos Leonor!
Un Abrazo.
Bruna.
Hace unos días, hablaba con un compañero justamente de este tema, del entusiasmo y las ganas que cada uno de nosotros pone en los proyectos personales y en la vida en general. Y llegamos a la conclusión que si luchamos, y trabajamos duro en aquello que nos gusta y nos entusiasma, tarde o temprano llegará, y que lo importante será todo el camino que hemos andado para llegar hasta alli.
ResponderEliminarAdemás del entusiasmo en nuestros trabajos, estudios o proyectos, yo le agregaría algo más, que es la constancia y perseverancia. He comprobado que sin ello, se hace más dificil llegar a buen puerto. Me llevo unos cuantos golpes aprenderlo.
No se, Leonor, si el mundo sería mejor si se hiciera todo con entusiasmo, pero si creo que se viviría en un mundo más cálido, relajado y alegre lo cual como dicen por estos lados, sería la re hostia!.
Querida Bruna, los cambios en general van de la mano con los miedos, pero el miedo es para valientes, para aquellos que aunque se estén muriendo por dentro van hacia adelante, a la aventura y se la juegan por lo que quieren.
Tu eres una de esas personas! y aunque sea egocéntrico, yo también lo soy.
Leonor, me encanta deleitarme con tu interpretación cada noche antes de dormir! Es un placer verte!
Gracias por el espacio y por leerme.
Hasta la próxima!
Erika.
Hola a todos una vez más!!!
ResponderEliminarEs tan importante hacer las cosas en la vida con entusiasmo y dedicación, aunque a veces cuesta. Por ejemplo, ayer con 43º de sensación térmica tenía que viajar en el Roca a capital porque empezaba el curso de verano de la facu...si no hubiera sido por las ganas y lo que me gusta la carrera que comencé el año pasado, me hubiera quedado en mi casa cómoda y fresca. Todo en la vida tiene cosa buenas y otras no tanto, algunos sacrificios, pero sin entusiasmo por nuestros proyectos, sueños y deseos estamos perdidos. Si el mundo estuviera habitado por personas que día a día pusieran todo lo mejor de ellos para realizar sus cosas, sería mucho mejor, más feliz, creo yo.
Bruna, te entiendo completamente. Esos sentimientos q hoy te invaden son los mismos por los que pase hace 3 años cuando termine la secundaria. No sabía q quería seguir estudiando y tenía mucho miedo por el cambio, desde jardín fui a la misma escuela, con las mismas personas y salir de ahí me daba pánico!! Con el correr de los días, fui calmando mi ansiedad y los miedos se fueron alejando tmb, conocí gente nueva y maravillosa y cambie varias veces hasta llegar a lo q soy hoy, y a decidir estudias Cs De la Comunicación social. Te deseo lo mejor!!
Otra vez vuelvo a decirte Leonor, excelente tu personaje de Herederos, mucha suerte con la novela. Y se nota tu entusiasmo en tu trabajo, el libro, el teatro y la novela transmiten el esfuerzo de dar lo mejor!!
Saludos a todos.
Mercedes
Hola Leonor y compañeros de blog.
ResponderEliminarLa verdad es que tus palabras me son de muchísima ayuda, puesto que en unos meses comienzo una nueva etapa en mi vida, LA UNIVERSIDAD; la elección de qué estudiar no me fue difícil, PROFESORADO DE BIOLOGÍA, creo que desde que nací lo llevo en la sangre,pero como en nuestro país la educación es dejada muchas veces en segundo plano lo difícil fue convencer a mi papá que lo importante no era el nivel económico de la profeción sino que realmente me gustara, después de todo es lo que voy a hacer por el resto de mi vida y la que va atener que seguir con ella voy a ser yo.
Por otro lado veo en mis ex compañeros de la secundaria poco entusiasmo,y hasta desidia, dejan que todo pase, pierden el tiempo, el valioso tiempo, y es preocupante y alarmante ver como se deja todo pasar o se espera que todo llegue solo. Y,a veces, la situación total del país da a pensar que hay a mucha gente que le haría muy bien leer este texto que haz escrito, y no me refiero a políticos sino a todos los habitantes, porque me parece que si estas donde queres estar haciendo lo que realmente te gusta no tenes porque hacerlo sin entusiasmo, sin embargo hay personas que no lo hacen, la pregunta que me hago es ¿Y la gente que no tiene la posibilidad de elegir un estudio o un trabajo que le guste?, porque también está esa cara de la realidad, en donde la economía no posibilita la elección, esa gente muchas veces tiene mas entusiasmos que aquellos que tuvieron la posibilidad de elegir. Por eso Leonor, creo que tu texto es muy bueno y tus palabras me dan muchísima fuerza en especial la frase "...Lo malo es no intentar los cambios por pereza, falta de confianza o miedo...", es claro que debemos afrontar el destino, pero BUSCANDO nuestra felicidad, no esperando que ella venga a nosotros...
Bruna, como consejo solo puedo decirte que disfrutes de este último año porque va a ser inolvidable, y suerte en lo que elijas, ojalá tengas mas apoyo que el que tuve yo en su momento.
Cambiando un poco de tema:
Leonor, Me pone muy contenta que estés cómoda en tu trabajo y te aseguro que la alegría y el entusiasmo que cada uno de ustedes le pone a este trabajo se nota y traspasa la pantalla.
Te felicito por lo que estas logrando, Regina pasa de ser odiada a inspirarnos ternura, cuando esta junto a "su hijo", siempre está hilando fino entre lo bueno y lo malo.
Sos una gran actriz, y con cada uno de tus personajes lo reafirmas, SUBÍS EL NIVEL DEL ELENCO CON TU PRESENCIA, es un placer verte actuar y te admiro muchísimo.
FELICITACIONES POR HEREDEROS y que sigan los éxitos!!
Gracias por los textos que nos dedicás, por brindarnos un espacio donde dejar nuestra opinión y por leerlas
Un abrazo
Maru
Gracias muchachas.
ResponderEliminarJustamente anoche también nos pasó, como a Maru, que cuando leyendo con dos amigos esta última entrada, llegamos a la misma pregunta y nos vimos en su misma situación.
Hay chicos, que tienen muchas metas e ilusiones por cumplir, y se ven limitados por un problema económico, y esto hace que el entusiasmo se pierda. Quizá por eso, Maru, muchos (no todos, porque no vamos a negar que otros lo hacen por comodidad) dejan que el tiempo pase y que la vida decida. Al fin, y al cabo terminan eligiendo carreras o trabajos no deseados, y muy poco son los que terminan estudiando esas cosas o haciendo esos trabajos, con entusiasmo. Más allá que hay que tener en cuenta que los que nos tendrían que incentivar, no lo hacen como deberían, las becas, por ejemplo, son muy escasas y limitadas, y no todas las universidades públicas tienen determinadas carreras.
Esta opinión también va en nombre de Mariano y Gonzalo, los dos amigos.
Abrazos.
Bruna.
Hola Leonor y compañeros!
ResponderEliminarLeyendo la entrada me puse a pensar que hay veces que también el exceso de entusiasmo en las personas me juega en contra a mí. Explico: no hay nada que me fascine más que ver a una persona que ama su trabajo. Pero a veces éste es realizado con TANTA devoción que me transmite a mí un poco de esa devoción y hasta a veces me hizo difícil el hecho de elegir mi propia profesión. Y no exagero: ha pasado por mi mente la idea de estudiar cuanta carrera exista. Hasta que por fin miré adentro mío y descubrí qué era lo que realmente quería y lo que me aseguraría un futuro y ahora no veo la hora, al igual que Bruna, de terminar la secundaria para poder estudiar eso que me apasiona.
De la misma manera que digo esto, digo que el entusiasmo que pongo en mis actividades cotidianas es la base fundamental para la supervivencia. Cuántas mañanas invernales habré tenido ganas de quedarme en mi cama hasta que algo dentro mío me dijo: dejate de joder y andá a la escuela vos que podés. Y aquí entra en juego eso que dice Maru. Y por eso me levanto todas las mañanas y camino esas dos cuadras que ya podría recorrer a ciegas... Y cuando llegué ya me olvidé que cinco minutos antes no quería saber nada.
"¿Dios preverá? Sí, si trabajo y busco con alegría y fe. No, si me quedo sentado con desesperanza y desaliento, permitiendo que las noticias catastróficas horaden mi alma y mi cerebro." Y, como en cada entrada, no podía faltar tu frase salvadora para el momento que estoy viviendo...
Tema Herederos: ¡Impecable tu Regina! Me pasa lo que a Maru, por momentos tengo ganas de matarla y por otros correría a abrazarla. Y eso lo viví con tres actores solamente, que no por nada son mis tres actores favoritos: Meryl Streep, Lito Cruz y Leonor Benedetto.
Un abrazo fuerte para todos,
Ceci.
Desde que conocí el Universo de la Actuación y especialmente el del Teatro, involuntariamente -o no tanto- la pasión por ellos se me hizo piel y decidí enfrentar, con ella como única bandera, lo que fuera que se interpusiera en mi camino hacia una vida abocada al Arte.
ResponderEliminarEn principio, mis padres. Creo que los únicos capaces de entender este tipo de pasiones, son aquellos que las sienten. No fue fácil explicarles que sin dudarlo ni un segundo elijo arriesgarme e intentar vivir de lo que amo, antes de tener que estudiar alguna carrera que tenga "salida laboral" y en la cual no tenga el más mínimo interés. Me parece muy triste tener que dedicarte a algo con el único propósito de ganar unos pesos. Creo que ellos lo entendieron.
Acá es cuando creo que el entusiasmo del que hablas toma parte en la historia. Ese sentimiento es el que me sostiene cada vez que alguien me pregunta qué voy a estudiar y al escuchar mi respuesta se codea con quien tiene al lado y dice como compadeciéndome: "ya se le va a pasar... Sólo tiene quince años". Sin saber que soy yo la que los compadezco, porque realmente pienso que una persona sin una pasión, es un ser vacío.
Decido seguir porque estoy segura de lo que siento, no de los resultados.
Cariños para todos,
Sol.
Queridísima y respetadísima Leonor: te cuento que justamente el sábado 22 tuve la oportunidad de estar en primera fila viendo Brujas, vivo en Córdoba y viajé unos días a B.A. a pasear y ver teatro; vi Drácula, la obra del genial Gasalla y el sábado por la noche fue el turno de verte... debo confesar que iba con muchas expectativas..y fueron superadas por mucho! Amo a Nora Cárpena desde pequeño, admiro a la Dufau, Moria es genial en ese papel y Thelma se pasa verdaderamente.. pero qué decir de vos..brillante..sos un ser etéreo, siempre lo pensé y pude comprobarlo esa noche. Con todo el respeto que me merecés, sos una mujer hermosa, en el sentido más amplio de la palabra..debo confesar que a mis 27 años pocas mujeres me han impactado de esa manera. Gracias Diosa, gracias por tu performance, gracias por entregarlo todo. Te admiro profundamente.
ResponderEliminarSi es posible, quisiera tener una señal de que leíste ésto.
Con mucho cariño,
Zacarías
zacariasbustos@hotmail.com
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ResponderEliminarQuerida LEONOR:
ResponderEliminarBuscando en un explorador sobre salud, llegué a una entrevista que te hicieron y a tu blog.
Tu actitud socrática para generar la/s pregunta/s en tus lectores y tu autenticidad fueron claves para escribirte. Algunos filósofos del lenguaje, identifican como una propiedad relevante de un discurso comunicativo la "sinceridad", lo cual entiendo como hacerse cargo de lo que somos como punto de partida para decir algo "tuyo" a alquien con quien te interese comunicarte. Compartiendo este presupuesto con vos, te haré una pregunta.
Creo, como vos, que la vida es pilotear en un mar de incertezas y comparto la máxima de Alcohólicos Anónimos. Por esto, trabajando en lo que cada uno puede cambiar, muchas veces, dudamos, no sabemos qué o cómo hacer para generar el cambio que necesitamos. En esta situación, recurrí a amigos, terapeutas, coaches..., pero la lista de recursos es abierta. ¿Creés vos que el teatro podría cumplir una función pedagógica para el actor que lo lleve a bucear dentro de sí y a ensayar las acciones-respuestas que crea que generarían "su" cambio o esto sería un trabajo de coaching? ¿Conocés escuelas de teatro que trabajen sobre este objetivo?
Espero que este contacto sea sólo el inicio de una relación.
Un abrazo fuerte, CARLOS.