Estuve en La Pampa esta semana. Me invitaron a cerrar unas jornadas de trabajo organizadas para reflexionar sobre el rol de las mujeres en la política y en el ámbito social.
Sucedía en dos pueblos pequeños: Toay y Catrilo.
En mapuche significan “claro en el bosque” y “médano truncado”, respectivamente. ¿Se me creerá si digo que me encontré con pueblos de buena gente?
Probablemente no toda la gente de esos pueblos lo sea. Probablemente mi afirmación suene ingenua o poco meditada, pero es que se siente.
Y lo que se siente no puede ser expuesto a la comprobación del método científico que es el que dice que “si un fenómeno puede repetirse y obtener los mismos resultados cada vez que se lo intente entonces es valido”.
No puedo volver a La Pampa a repetir mi experiencia para comprobar si mis sentimientos y sensaciones son las mismas. Tengo una amiga científica que diría que mi afirmación se cae a pedazos apenas enunciada. Tengo otro amigo que afirma que “hay mil maneras de ser un hijo de puta y muy pocas de ser buena gente”.
Este amigo no es científico. Yo estoy de acuerdo con él.
¿Qué hacemos entonces? Todos queremos vivir entre gente buena. ¿Cómo los reconocemos? Todos nos consideramos a nosotros mismos como pertenecientes al grupo de los buenos. ¿Cómo reconocernos? ¿Hay un santo y seña?
Ese es el problema, que estamos entreverados. Estamos entreverados afuera y adentro de nosotros mismos y somos alternativamente buenos y malos sin solución de continuidad. Y utilizo los términos buenos y malos en total conocimiento de su relatividad, y de lo elemental de su significado.
Somos afortunados de que así sea. Eso nos obliga a estar despiertos. Somos como faros que, en su giro, iluminan algunas zonas mientras otras permanecen en las sombras.
“Perdónanos nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores”. ¿Perdonamos a nuestros deudores? ¿Quienes son nuestros deudores? ¿Los que me deben dinero? ¿Los que dejaron de amarme? ¿Los que no son como a mi me gustaría que fueran? ¿Los que me robaron algo? ¿Algo material o algo intangible?
Hace unos días alguien se quedó con algo mío que no le pertenecía. Fue en la calle, de manera violenta, amenazándome. Y me doy cuenta de que me cuesta perdonar. De a ratos lo perdono, de a ratos me descubro deseándole mal, y en ese desearle mal caigo en el agujero negro de mi propia creencia, esto es, que hay un orden, que es esa fuerza que mantiene los planetas en el espacio infinito, esa fuerza que hace brotar las plantas en primavera y dormir los osos en invierno.
Pero esa es mi cabeza entrenada para discernir entre el bien y el mal y elegir los caminos soleados. Pero no debo engañarme, lo primero que apareció, sin mi permiso e intempestivamente, fue un deseo de castigo, de mal para esa persona.
¿Soy mala por eso? Seguramente no. Soy alguien que vive en una “jungla de cemento”, y ya se sabe que en la jungla conviven el riesgo y la belleza y hay que lidiar con ellos.
No somos buena gente por no tener nunca, nunca, un pensamiento oscuro. Somos buena gente porque podemos elegir que hacer con ellos.
Los abrazo
Leonor
domingo, 18 de septiembre de 2011
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Hola Leonor y Compañeros del Blog.
ResponderEliminarLamento mucho lo que te ocurrió... Lamentablemente, acá, está a la orden del día.
Creo que a la gran mayoría de las personas, o a todas, que les ocurre algo así... les nace ese sentimiento al instante... y sin dudas, es normal. ¿Por que esa persona tiene derecho de quedarse con lo mío, que... no le pertenece?.
Rescato todas tus palabras... y sobre todo, está frase "No somos buena gente por no tener nunca, nunca, un pensamiento oscuro. Somos buena gente porque podemos elegir que hacer con ellos." nuevamente, ¡Gracias!, por reflexionar, y por hacernos reflexionar...
Con respecto a tu viaje a La Pampa, me alegra que te hayas encontrado con buena gente, que es difícil de encontrarla... y considero que sin dudas, son buena gente. Considero que después de la experiencia que uno va adquiriendo en la vida, sabe distinguir rapidamente entre una persona que es buena, y otra que no lo es...
Es difícil encontrar gente buena... pero existe, y aun que no se vean tanto, están, y buscando... se encuentran.
Que tengan todos un maravilloso comienzo de semana, y una semana estupenda.
Besos y abrazos para vos Leonor, y para todos.
Brenda
Hola Leonor y compañeros del blog, quiero compartir con ustedes que el texto del Padre Nuestro fue cambiado hace varios años y ahora se reza diciendo "Perdona nuestras ofensas como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden...". Justamente porque algunas de las preguntas que se hizo Leonor en su reflexión se las hicieron también quienes rezaban el Padre Nuestro y finalmente la Iglesia a través del Papa cambió esa parte de la oración. Me parece que ahora queda más clara, sino realmente daba lugar a las preguntas que comparte hoy Leonor con nosotros.
ResponderEliminarRespecto de la gente "buena" o "mala" ya expresé en algún comnetario anterior en otro post que no creo en esas dos categorías: creo que podemos elegir en cada momento qué hacer y por qué hacerlo y vivir con las consecuencias. Creo que todos somos potencialmente "buenos" y "malos", es decir, simple y sencillamente seres humanos, con todo lo complejo y fascinante que ello implica.
Celebro la lindísima experiencia que vivió Leonor en La Pampa, qué lindo que se haya sentido bienvenida y recibida con calidez. Tal vez eso es lo que percibió como propio de "gente buena" y seguramente es cierto, sin dudas comportamientos así hacen pensar en la bondad y generosidad humanas.
Muy buena semana para todos y feliz primavera,
María Marta
te queremos tanto Leonor...
ResponderEliminarhttp://www.youtube.com/watch?v=QQ0h4xi1_hQ&feature=related
hola gente!
ResponderEliminarcomo dijo maria marta, yo aprendí el padre nuestro como "...perdona nuestras ofensas..."
una vez escuche en la radio metro que un entrevistado decía "hay más gente buena que mala, sólo que tenemos más conciencia de lo que hacen las malas que de lo que hacen las buenas"
en mi opinión, la frase merece una reforma, en lugar de "gente buena", diría "buenas acciones". los buenos y los malos son dos parámetros universales que no existen. además de tener que elegir todo el tiempo entre las dos opciones, el bien y el mal son cosas subjetivas a la educación de cada uno.
saludos!
Leonor, compañeros del blog.
ResponderEliminarSinceramente, una vez mas me quede sin palabras.
Solo tengo una cosa para decir con respecto al mal momento que pasaste Leonor, y me tomo el atrevimiento de citar al poeta ruso Yevgeny Yevtushenko "La vida es un arco iris que incluye el negro." Mis palabras, sobran.
Les dejo un beso grande
¡Felíz día de la Primavera Leonor y Compañeros!
ResponderEliminary un Felíz Día del Estudiante, para aquellos Compañeros estudiantes...
Que tengan un día maravilloso... y que nazcan dentro de sus corazones flores preciosas y colmadas de hermoso perfume... para perfumarlos y llenarlos de brillo....
Buena vida para todos.
Besos.
Leonor, tus palabras llevan a la reflexión. Seguramente tu experiencia con otras culturas te dejó un sabor dulce, porque si bien, buenos y malos hay en todos lados, el respeto es lo que divide a esa gente de nosotros. Lo que se perdió, y me duele mucho reconocerlo, es el respeto. Uno puede elegir como ser y actuar en la vida pero el código de convivencia es el mismo para todos y el respeto es el primer ítem. El segundo la tolerancia. Por eso las parejas duran tan poco tiempo, las amistades terminan en traiciones y podría seguir enumerando mil y una situaciones más.
ResponderEliminarMe encanta tu blog, me parece que muestra una faceta de nuestra personalidad que no es tan fácil dejar al descubierto y todo lo que uno escribe alivia el alma. Un gran saludo
Me gusto mucho la frase con la que Leonor cerró este post. Creo que todos tenemos pensamientos oscuros en determinados momentos de nuestras vidas. Eso no nos hace malas personas, lo que nos hace malos o buenos es lo que hacemos con ellos.
ResponderEliminarLeonor: Una persona que violentamente traspasa nuestro derecho de circular libremente y todavía nos arrebata pertenencias, es un acto que no es fácil de perdonar para nadie. El tiempo terminará opacando ese episodio, pero el análisis que sacaste de esa situación, junto al mensaje que dejas, es brillante y quedará en muchos de los que te leemos, te aplaudo por eso.
Por otra parte quisiera comentar que yo creo mucho en la buena gente. Se que existe y por suerte conozco personas hace muchos años que me lo han demostrado. También hay gente que me ha demostrado lo contrario, pero eso no es algo malo, es la vida y hay que aprender a afrontarla tal cual es. Coincido muchísimo con vos María Marta que todos somos potencialmente buenos y malos y que lo decidimos a cada momento. La buena gente es la que decide correctamente que hacer en cada momento a pesar que como ser humano a veces se puede equivocar.
Les mando un saludo a todos
Claudio
Hola Leonor! Hola a todos, coincido mucho con Claudio, también me gustó muchísimo la frase con que finalizaste, y creo que verdaderamente es así... Si bien nunca viví una situación como la que mencionas, sí hace ya varios años nos pasó en nuestra casa, nos robaron todo, y seguro que sentí deseos de castigo... Y seguro que en varios momentós más he tenido pensamientos oscuros... pero es como decís, la cuestión es qué hacemos con ellos.
ResponderEliminarTambién como Claudio creo en las buenas personas, no creo como menciona Brenda que sea difícil encontrarlas, he encontrado más gente buena que mala, y al menos esa es la gente que elijo que me rodee... del resto, más vale alejarse...
Coincido con que todos somos potencialmente buenos y malos... Pero a la vez comparto algo que creo es del libro "Verónika decide morir" de Paulo Cohelo (pero no recuerdo exacto), que decía que el ser humano es malo por naturaleza y va aprendiendo el bien, y no por el contrario... Lo traigo porque a mí me hizo pensar en su momento... y creo que lo comparto...
Besos a todos, y a vos Leonor, como siempre.
Flor.
Hola Flor.
ResponderEliminarCon respecto a mi comentario de que es difícil encontrarlas... creo que cada uno habla de su experiencia vivida. Muchas personas pasaron por mi vida, muchas malas, muchas buenas... pero esas buenas, me costó encontrarlas... y aunque me costó, hoy disfruto de ellos, porque son las personas que están siempre a mi lado... Aprendí a tamizar a la gente que me rodea... alejarme de lo malo, y quedarme con lo bueno.
Besos para todos.
Hola Letu!: ¿cómo andas? (¿qué onda?) Te queremos contar como van las cosas. Acá estamos con el proyecto del cortometraje, hace una semana terminamos de filmar.
ResponderEliminarLo que vivimos rodando nos trajo responsabilidad, y nos produjo expectativas, un gran sentido de compromiso, y crecimiento como equipo; pero lo más importante es que nos divertimos mucho, y disfrutamos haciéndolo.
Ahora, empezamos con la edición donde, eligiendo las escenas, nos reímos de las equivocaciones, caídas y ciertas frases memorables que quedarán para el recuerdo.
También, estamos realizando el diseño de la gráfica y las placas, mientras esperamos la fecha de estreno, que calculamos que será a principios de noviembre.
Después de la experiencia, podemos entender más profundamente lo que significa "El Buen Destino" para vos.
No queremos perder el contacto, todos quieren escribirte.
Te mandamos 27 besos y 27 abrazos.
Hasta que nos volvamos a ver.
Se te quiere muchísimo.
5to Año Comunicación, Arte y Diseño.
E.E.M. Nº 202 “Manuel Leiva”
Sí, Brenda, me imaginé que tu comentario iba por ese lado... y obvio q cada uno habla desde su lugar... sólo hice una comparación... Y pensamos lo mismo, sólo hay que saber elegir...
ResponderEliminarBesos!
pd: buenísimo lo que cuentan del corto!!!!
pregunta, el grupo es del liceo (o sea, del secundario) o es una escuela de cine o algo así??? pregunto porque al ser de Uruguay no sé qué es E.E.M.
Ya busqué en google y vi que EEM es escuela de enseñanza media, o sea que asumo es un secundario sí... que bueno que hagan cosas así en el liceo! acá no se da tanto...
ResponderEliminarte extraño Leonor, tengo tantas ganas de verte...No vas a participar de algun evento proximamente al que podamos ir?
ResponderEliminarLógicamente tenemos distintos tipos y tiempos de respuestas, según como se den los estímulos. Nadie espera un robo, una mala contestación, o una falta de respeto. Si mi mamá me reta violentamente, yo seguramente al instante, me vaya y de un portazo. Que no es lo mismo, que mi mamá me pida, “por favor podes dejar de hacer tal cosa”, aquí habría que esperar a ver como reacciono, hay un tiempo de respuesta lleno de pasos intermedios, que me permiten a optar como resolver lo que me están pidiendo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si en estas situaciones, estuviera yo y mis tres hermanos, seguramente, los cuatro reaccionemos de distintas formas ya que todos hubiéramos interpretado de diferente manera la orden, incluso hasta en mal momento uno de los hermanos podría decir “al menos se enojó, pero no me castigó”.
ResponderEliminarEn tu situación, Leonor, no puedo juzgarte por mala o por buena, yo reaccionaria de la misma manera, solo por el hecho de fue un acto violento. Ahora, si un chico, pediría por favor una moneda ¿cómo sería la reacción posterior?
Abrazo.
Que anden bien.
Bruna.
P/d: Flor Bálsamo, sí, es una escuela de enseñanza media, pero no es el liceo. Es una escuela de las anteriormente llamadas "Escuelas Normales". Abrazo.
Hola a todos! También me gustó la última frase: es verdad, tenemos opción, siempre y con esa opción seguimos y somos los seres humanos, y siempre seremos y buenos y malos a la vez. Y seguiremos eligiendo.
ResponderEliminarMis amigas tienen algo que decir, es un poquito prólijo pero muy serio:
Valeria dijo:
¡Hola Leonor!
Estoy de acuerdo absolutamente con tu amigo en lo que hay muchas maneras de ser malo y pocas de ser bueno. Cada uno lleva adentro de sí el mal y el bien. Y a veces hacemos mal dandonos cuenta de eso, pero así son las circunstancias. Claro que no podemos declinar nuestra responsabilidad en este caso!
No se puede concebir a primera vista sobre alguien si sea malo o bueno. Nos desilusionamos si una persona no es la que creíamos que era. Siempre así es.
¿Quiénes son nuestros deudores? Es difísil de contestar a esta pregunta. Todo es individual: la traición ética, un engaño en algo material...
¿Perdonar o no? Que cada uno decida pos su cuenta! A mí me parece que hay que perdonar y no desear mal al ofensor. Pero es posible hacerlo siempre? No estoy segura de eso... Yo he pasado por una prueba: una de mis perientes, la que yo amaba tanto como a mi mamá, ofendió a mí y a mis padres. Hace mucho tiempo que lo ha pasado pero ofensa me llegó al alma y no puedo perdonarla a fondo... Quizás yo deba hacerlo pero mi alma y mi corazón están en contra...
Marcelina dijo:
¡Hola Leonor!
También creo que hay mal y bien a la vez dentro de cada ser humano. En las condiciones diferentes nos manifestamos de un o de otro modo. Claro que siempre tenemos alternativa, y lo mucho depende de nosotros mismos. No puedo ser buena siempre pero me pregunta cada vez ¿cuáles son respuestas de mis acciones? No son malas? No se puede siempre prever si van a ser malas, pero esa pregunta puede ayudar a elegir lo que es justo.
En lo que se refiere a la frase sobre deudores... me parece que se trata de los que nos han lastimado. No tenemos que desearles un mal. Aunque sea difícil. Lo entiendo, porque la ofensa nos da un resabio amargo en el alma y no tenemos confianza en ese ofensor...