ORO E INCIENSO

Leo en una revista “para mujeres”, (conste que digo esto con humor ya que, efectivamente, las revistas “para mujeres” tienen ese punto de tontería y banalidad que yo por lo menos necesito de vez en cuando) y, aunque haya cerrado los paréntesis, necesito agregar que de ninguna manera me refiero a las revistas de chismes y/o espectáculos que me resultan franca y sinceramente prescindentes, y muchísimas veces, dañinas.

Retomo el punto inicial.

Las revistas “para mujeres”, parece que nunca voy a poder entrar de lleno en el tema, abarcan una serie de ítems que las/los editores de dichas publicaciones están convencidos de que son los que nos interesan a las integrantes de dicho genero. Moda, sexo (en este rubro incluyen técnicas de seducción, lencería pretendidamente erótica, que pasa con esa actividad después de los 40, etc.), recetas de cocina, dietas adelgazantes y algún que otro tema de la mas elemental literatura de autoayuda.

Y no tengo nada que objetar a esto que ya existe, que circula, que se encuentra en todas las revistas del mercado y que casi todas nosotras consumimos. Mi objeción esta centrada más bien en lo que no existe respecto de los mismos temas.

¿Por qué ninguna revista trato el tema de John Galliano y su expulsión de la casa Dior por haber emitido frases antisemitas estando borracho? ¿Tenemos opinión al respecto? ¿Nos parece justo o injusto?

¿Qué pensamos acerca de las grandes firmas que mandan a confeccionar sus costosísimos modelos a países en los que la mano de obra es considerablemente mas barata que si las prendas fueran fabricadas en Italia o Francia, y sin embargo el precio final es el mismo?

¿Es eso parte de lo que sucede por la famosa crisis? ¿O es lo que la provoca?

Pasando al tema sexo: ¿sabían que una encuesta publicada recientemente y confeccionada por sociólogos argentinos, dejo al descubierto que la mayoría de las adolescentes que usan métodos anticonceptivos, léase preservativos, lo hacen más por miedo al embarazo que al contagio de enfermedades de transmisión sexual?

Y llego, finalmente, al tema que quería tocar hoy y que podría caber perfectamente en el rubro “autoayuda”.

Supongo que no es necesario que aclare que no tengo nada en contra, mas bien, si me refiero al término en su exacta etimología, o sea ayudarse a uno mismo, aplaudo y me inclino ante las personas que ejercen tan saludable ejercicio. Claro que se hace uso y abuso y dentro de esa bolsa entran infinitas zonceras pero eso es otra historia.

La cuestión es que encontré en una revista un articulo que se llamaba algo así como: “Fijate en lo que te regalan y sabrás lo que piensan de ti”, y francamente me divirtió la idea de averiguar en que estima me tenían los que entran en mi circulo mas cercano y me puse a repasar la lista de regalos recibidos. Me acordé que la leyenda cuenta que los Reyes magos ofrecieron oro, incienso y mirra al hijo de Dios. Como no recibí ninguna de las tres cosas tuve que levantar mi autoestima de entre una montaña de jabones, perfumes, ropa de dormir, cremas para la cara y libros, muchos libros afortunadamente.

De entre ellos una versión del Tao Te Ching, de Lao Tzu, maravillosamente ilustrado.

Elegí un fragmento y se lo entrego a los Reyes para que lo dejen en los zapatos de cada uno de ustedes.

“Un buen viajero no tiene planes fijos
ni esta empeñado en llegar a parte alguna.
Un buen artista permite
Que su intuición lo guie a donde quiera.
Un buen científico se libra de conceptos
Y mantiene su mente abierta a lo que es.
Así, el maestro es accesible a todos
Y no rechaza a nadie.
Emplea todas las situaciones
y no desperdicia nada.
A esto se le llama encarnar la luz.
¿Qué es un buen hombre sino maestro de un hombre malo?
¿Qué es un mal hombre sino la tarea de un hombre bueno?
Si no comprendes esto, te perderás
Por inteligente que seas.
Ese es el gran secreto.

Los abrazo.

Leonor.