miércoles, 27 de octubre de 2010

ACERCA DEL CENSO Y DE LA MUERTE

Había dejado el miércoles en blanco para contestar mails y leer y disfrutaba por anticipado de esa forzada inacción que imponía el feriado obligatorio. También esta columna que usualmente escribo los domingos estaba en mis planes. Pensé que escribiría con más tiempo dado que literalmente no había nada para hacer.

Confieso que no me hacía mucha gracia la idea de abrirle la puerta a un desconocido y contestar preguntas que, en mi fóbica imaginación, violan mi derecho a no contestar sobre mi vida personal, etc., etc., (todos los etcéteras son la basura que el tiempo y el hecho de ser una persona conocida han acumulado en mi mente y que denodadamente me esfuerzo por limpiar). Mis prejuicios fueron inmediatamente borrados por la presencia de una gentil y agradable censista llamada Marina con la que tomamos café en la cocina, y por el inocuo y nada invasivo carácter de las preguntas. Marina me conto que estudiaba Ciencias Sociales en contra de la voluntad de sus padres que opinan que eso no da dinero y no pude menos que preguntarme, donde está la modernidad? Adonde el cambio? Siguen los padres aconsejando a sus hijos seguir carreras que tengan como única meta los ingresos?

En eso estaba mientras lavaba las tazas cuando sonó el teléfono, era mi hijo dándome la noticia de la muerte del ex-presidente. El también me había llamado para avisarme de la muerte de Romina hace unas semanas. Sabe que no pongo el televisor ni la radio salvo por la noche y probablemente hubiera tardado en enterarme.

Y ya nada fue igual. Ni el quehacer, ni el pensamiento, ni los planes. Ni siquiera lo que pensaba escribir en este espacio. Había ocurrido aquello que nos iguala, lo que nos pone a todos, nos guste o no, a mirar para ese sitio que detestamos.

Y ante esa incontestable presencia que se traduce en ausencia se disuelven como espuma entre los dedos nuestras opiniones acerca de los que nos preceden en el ineludible viaje. Si nos gustaban, si no nos gustaban, si estando en su lugar hubiéramos hecho algo distinto de lo que hicieron ellos, si hubiéramos sido mejores hijos, mejores esposos, mejores amigos, mejores funcionarios. Toda muerte provoca dolor en alguien. La intensidad depende de la cercanía con el que ha partido. Hagamos silencio en vez de cálculos. Silencio interno.

Intentar el silencio es muy difícil. Es tal la costumbre de opinar, de la maledicencia, del chisme, que hemos llegado a creer que es un derecho. Tal la confusión. No un derecho pero una obligación es no hablar de lo que no sabemos. Si estamos ocupados en tener una vida, propia, personal, única, en construirla, a pesar de lo que conspira en contra el tiempo que nos ha tocado vivir, tendremos menos tiempo y energía para ocuparnos de lo que no sea ese proyecto sagrado que es tener una vida útil para nosotros mismos y para los demás. Útil y plena.

Se me puede decir que en el caso del ex-presidente era una vida pública y que sus decisiones modificaban la vida de todos nosotros y es verdad. Pienso en la política como en una vocación admirable y difícil. Creo también que hay ámbitos para ejercerla, incluso como ciudadanos, y que involucrarse es una posibilidad que no siempre aprovechamos.

No hay mucha diferencia en la calidad moral de los que van armados a un corte de calles y los que se insultan y denigran en los programas de televisión. Unos quitan, literalmente, la vida. Los otros la degradan y la llevan a lugares de los que es imposible volver.

La muerte vendrá un día....

Mientras estemos aquí no malgastemos lo que nos ha sido dado.

Lloremos a nuestros muertos. Podemos hacerlo mientras tomamos un vaso de vino.
Respetemos la vida, la nuestra antes que ninguna, ya que sin ella es imposible todo lo demás.

Luchemos por materializar nuestros sueños. Si alguna vez aterrizaron en nuestras mentes, son posibles.

Los abrazo

Leonor

P/D. Le deseo a Marina, mi censista de hoy, que pueda terminar su carrera y vivir de ella como es su deseo.

sábado, 16 de octubre de 2010

DESOBEDIENCIA DEBIDA

Obediencia debida fue el concepto que adujeron los militares de menor rango cuando, al ser acusados por crímenes de coacción y tortura y privación ilegítima de la libertad, (hay privación "legítima" de la libertad?) y contestaron que jerárquicamente no podían desobedecer a sus superiores. Una orden, en organizaciones absolutamente verticales como el ejército, pero no solo en él, no puede ser desobedecida so pena de..... de que?

Castigo, degradación, cárcel, aislamiento, y siguen las firmas.

Si elijo para empezar un ejemplo tan brutal y salvaje, es porque me gusta experimentar como eso, que hoy parece lejano y superado, permanece en nuestras vidas cotidianas en versión mucho más leve, tanto, que a veces se torna imperceptible y es esa incomodidad intraducible que siento cuando voy a un lugar al que no deseaba ir, cuando me quedo más tiempo del que quería en una reunión, cuando no me levanto del cine o del teatro aun cuando la función o la película me parezcan detestables.

Se me ocurrió este tema cuando leí la respuesta de Erika que me dice, con muy buen criterio, que hay que dejarse mimar y que no sabe si está de acuerdo con mi decisión de no asistir a la foto para la portada de una revista, y pensé que tal vez había algo que debía ser aclarado.

Me causa mucho placer ser reconocida y acepto todos los mimos y honores que provengan de mi trabajo y sus consecuencias, y es bastante probable que asista la próxima vez que me convoquen. Pero hay una "obediencia debida" en lo mío, como seguramente la hay en el ámbito de trabajo de cada uno de ustedes. Los invito a que la desenmascaren. En lo mío es "hay que estar en todos los estrenos", "si no estás la gente te olvida", "si dijiste que no el periodismo te va a dejar de lado", "es importante la vigencia".

Y yo he decidido pensar de verdad en todos y cada uno de esos mandatos y la posibilidad que tienen, si los desobedezco, de estropear mi vida o mi carrera. Mi único límite es el daño a otro. En la vida y en la carrera. Puedo cambiar la palabra carrera, que ya saben que no me gusta, por trabajo, termino al que le otorgo cierta nobleza.

Vuelvo al tema central: si un compañero me dice que me necesita en un estreno porque mi presencia lo puede ayudar a tener mas difusión, estaré allí sin ninguna duda. Si haciendo una función de teatro sin demasiado éxito una noche resulta que hay veinte espectadores en la sala que salieron de sus casas y pagaron su entrada, haré la función como si el teatro estuviera lleno, si me comprometo a estar en una charla de estudiantes de teatro, modesta en su convocatoria y sin ninguna repercusión periodística o económica para mi, cumpliré con ella y con agrado.

Y también aceptaré entrevistas divertidas, y frívolas, y notas glamorosas con fotos estupendas. Porque resulta que tengo, profesionalmente hablando, algo así como una doble vida: soy por un lado una actriz popular y comercial y por otro realizo trabajos, generalmente gestados por mi, que no tienen una repercusión claramente masiva, (Querida Leonor, Rosa, Violeta y Celeste, Juego de opuestos, Time's Up, El Buen destino, mis tres libros escritos hasta hoy). Y entonces resulta que si no preservo mi libertad y todo lo que implica en términos del uso del tiempo, de la energía, de las personas con las que me encuentro, mi libertad tan preciada esta en peligro.

Y resulta que no pasa nada si falto a una portada colectiva, no pasa nada si no voy a todos los eventos y celebraciones e inauguraciones y presentaciones de productos que me invitan, que pueden ser considerados mimos. El producto se venderá igual, la celebración se realizará. Nadie resultará dañado por mi ausencia. Y yo podré hacer uso de mi tiempo en vez de correr maquillada y vestida para poder cumplir con todos.

Los invito a que analicen cuantas veces se encuentran en situaciones parecidas con verdaderos vampiros que requieren de nuestra presencia. Encuentros de lo que en general salimos de mal humor y empobrecidos.

La mala noticia es que nos pasa a todos.

La buena es que se puede salir de esa prisión.

Ser obediente sin reflexión no es bueno. La sociedad en la que vivimos nos necesita obedientes ciegos de principios arbitrarios.

Por supuesto que se pagan precios. Esa es, también, una elección.
Muchas veces no le gustaremos a alguien. Seremos tachados de egoístas, amenazados con la soledad. Pero el cuerpo sabrá, avisándonos con una sensación de placer absolutamente reconocible, cada vez que estemos con quien queremos estar, donde queremos estar y en el momento preciso.

Y eso es lo que no tiene precio, lo que nos hace libres y felices, y no cotiza en el mercado.

Los abrazo

Leonor

P/D. Leandro: tal vez el cáncer deje de apagar vidas el día en que algunos científicos decidan desobedecer las ordenes de los laboratorios que son los que manejan la vida y la muerte de todas las personas.

domingo, 10 de octubre de 2010

SER PUENTE O SER PERSONAJE

Leo lo que han escrito esta semana y, probablemente mas que el tono y los comentarios, me emociona el ser puente para la comunicación entrelazada de otros seres que hablan y se cuentan y se ayudan sin mi intervención.

Yo solo soy un disparador. Confieso que cuido y pienso las palabras que utilizo tanto en el lenguaje hablado como en el escrito. Creo firmemente que la palabra es la expresión del pensamiento y su consecuencia: a menos términos precisos, a mayor vaguedad, menor es la probabilidad de despertar en el otro la respuesta lógica que entrelaza una idea con otra y produce como resultante un claro entendimiento.

Nótese que dije entendimiento, no acuerdo. Se puede vivir en el disenso. Han notado con cuanta frecuencia demostramos enojo cuando lo que realmente sentimos es tristeza o dolor? Sucede con lo vínculos mas cercanos: parejas, padres e hijos, hermanos, con agobiante repetición. Podríamos probar, como un experimento nomás, ser acertivos obsesivos con las palabras expresadas solo por un día. Para ver que pasa. Claro que eso debe ser acompañado por una profunda verdad del corazón y para eso hay que desterrar conceptos como ganar o perder, los intentos de manipulación de los sentimientos del otro, es que si hago eso voy a quedar como un estúpido.... ustedes saben, cada uno sabe. Y todo esto para decirles que estoy disfrutando el ser un puente.

Los puentes los construye la humanidad desde que existe como tal. Comenzó con lianas y maderas endebles y hoy los puentes son el mayor desafío para los ingenieros actuales que construyen los colgantes, los más largos, los más altos, los más bellos, pero todos con la misma finalidad: unir algo que esta separado, servir de nexo, ayudar a otro a ir hacia un lugar que necesita, que le es útil, que le gusta. Nadie construye un puente para ir hacia algo peor, (salvo nosotros mismos a veces en lo intrincado de nuestros caminos internos), pero si es a conciencia, ese puente debe llevarnos a la integración, a la completud, al placer, a la felicidad. Hablo de los puentes concretos y de los simbólicos.

Y esa es la razón de ser de la segunda parte de este mensaje.

Porque resulta que desde una revista muy conocida fui requerida para formar parte de "Los Personajes del año" que se publicara en la portada, etc.(el etc. quiere decir que eso es considerado importante, por el medio y por la gente que compra la revista). Y con esa manía de analizarlo todo hasta la extenuación, me pregunte cual era la resultante ultima de figurar en esa foto, para mi y para los que me importan.
Y me puse a imaginar, sin demasiada posibilidad de error como podrán suponer, en quienes eran los demás personajes del año y la razón por la que habían sido elegidos.
Se supone que somos modelo de algo? Personas a imitar? Cuál es la razón por la que fuimos elegidos? Somos un puente hacia algo mejor? Por que somos conocidos? Qué hicimos? Tiene el publico en general la posibilidad de saber quien es quien? O es un abigarrado montón de "famosos"?

Creo que el paso de los años tiene cosas buenas y una de esas es alcanzar la posibilidad de elegir y no seguir como rebaño el mandato establecido de lo que es norma y costumbre.

Y elegí no estar. Y estoy contenta. He ejercido el derecho a mi libertad personal.
Quiero ser una persona grande por grandeza no solo mayor por años.

Y si soy un personaje quiero ser también un puente hacia algo que implique reflexión, conflicto interno a veces, pero siempre búsqueda.

Para mis hijos, para ustedes, para los que me quieren, para los que van a recordarme.
Y la mejor pauta de que lo que decidí es bueno para mi es que me siento bien, crecida, libre.

Y se perfectamente que tengo amigos que no estarán de acuerdo con mi decisión, que remarcaran que hay razones por las cuales seria bueno figurar en esa portada, por la carrera y esas cosas.

Yo no estoy corriendo ninguna carrera. Estoy viviendo.

Los abrazo

Leonor

sábado, 2 de octubre de 2010

TODOS SOMOS ROMINA

Juguemos por un rato a que hay un Dios.

Un Dios que hubiera podido determinar que lo que le pasó a Romina le ocurriera a una chica de Villa Devoto que salía del gimnasio del barrio de realizar su rutina física cotidiana, y se hubiera sentido mal, y un amigo la hubiera llevado al hospital y ....

El efecto no hubiera sido el mismo. Pero ese Dios decidió, con su dedo omnipotente, darnos un golpe grosero y brutal. Cesar Vallejo dice, en un poema memorable, aclaro que lo cito de memoria: "hay golpes en la vida tan fuertes, golpes como del odio de Dios", y también dispuso que nos enteráramos todos, y que nos doliera porque la queríamos, los que la conocíamos y los que no, nos gustaba su manera de manejar su carrera, su perfil bajo, su transcurrir casi en silencio, la no utilización de sus padres como peldaño para su ascenso, su límpida belleza.

Ella trabajó en la ultima película de mi hijo Nicolás, "Horizontal Vertical" y celebraba el haber sido convocada por primera vez para un trabajo en el que ninguno de sus dos padres hubiera tenido nada que ver. Dejó una estela perfumada de bonanza y disciplina y buen hacer. Todos los integrantes de la película están devastados. Como ustedes. Como yo. Conmoción mundial, dijeron las noticias. Pensé en las similitudes con la muerte de Lady Di, la inmediatez, los hijos chicos, los intentos de reanimación. Pero por sobre todo, la necesidad que tuvo ese Dios que acabamos de inventar de que nos enteráramos todos, que nadie pudiera excluirse, sentirse ajeno.

Nos vamos a morir.

Si, pero ella era tan joven, tan bella, tan rica, tan exitosa.... "ELLA LO TENIA TODO".

Una actriz me confesó que se sentía culpable por haber pensado alguna vez, y no con simpatía, que a Cris Morena todo le salía siempre bien.

Sabemos con certeza algo de la vida de los otros? de sus dichas o de sus dolores?
Cuando decimos que lo tenia "todo", de qué hablamos? De fama? De dinero? De rating?
Diríamos lo mismo de alguien que ama y es amado? De una persona compasiva?
"No hay donde ir sino hacia adentro" dijo Doris Lessing. Adhiero a ese pensamiento, lo comparto y lo amplío, vayamos hacia adentro, adentro esta la Isla del tesoro, salud Stevenson!, y salgamos luego al mundo transformados, con el corazón en la mano, corriendo el riesgo de ser heridos por supuesto, pero también tomando la chance de encontrarnos con otro ser humano del que nada sabemos, nunca sabemos, aunque llevemos veinte años apoyando la cabeza en la misma almohada. No cometamos el pecado mortal de decir de alguien que nunca va a cambiar. Ocupémonos de nuestro propio cambio.

Albert Einstein dijo: "La mejor definición de locura es hacer siempre lo mismo y esperar resultados diferentes". Si pensamos que algo no está bien en nuestra vida cambiémoslo. Reconocer algo que nos hace infelices y mirarlo de frente es el primer paso hacia la transformación.

Ahora, y por algunas semanas, saldrán en los medios análisis supuestamente profundos acerca de la muerte súbita y lo que es peor, la pregunta de si la muerte de Romina pudo haberse evitado. Me parece miserable. Después se olvidarán y pasarán a otros temas "mas actuales, menos dramáticos, porque no se puede tener a la gente todo el tiempo con el bombardeo de una noticia amarga". Me parece bien. Que los medios hagan lo que más vende, lo que más les rinde, dicho sea de paso la violencia rinde mucho más que el dolor. Todo tipo de violencia, desde la literal a la simbólica. De lo que estoy segura es de que podemos no quedarnos a merced de los vientos de la información.

Nuestro cuerpo, y cuando digo nuestro cuerpo me refiero a nuestra totalidad, física, mental y espiritual, es una maquina infinitamente mas sensible y sofisticada de lo que nos imaginamos, con posibilidades también infinitas de cambio para nosotros mismos.

No nos preocupemos por el futuro. Ocupémonos del presente. Es la única posibilidad que tenemos de no caer en la aseveración de Einstein.
Abandonemos ahora a ese Dios que inventamos por un rato y del que pensamos que era malvado, brutal e inmisericorde. Ya no nos sirve. Ahora estamos solos con nuestro pensamiento y nuestra conciencia.

Escuchar lo que dicen los medios y repetirlo sin reflexión es adherir al chisme, que merecería ser el octavo pecado capital, si existiera.
Lloremos a Romina pero aceptemos que desconocemos las razones de su muerte. Cuidémonos, física y mentalmente.

Yo misma caí en el error de enojarme con mi hijo porque, según mi visión, no cuida su salud debidamente. Por miedo. Y creo de verdad que el miedo, y no el odio, es lo contrario del amor.

Disfrutemos el transcurrir del día a día aun con sus dificultades, es difícil amar las dificultades pero es un buen ejercicio, inténtenlo. Ese es el camino, y saben que?, no sabemos cuando acaba.

Para que Romina no haya muerto en vano.

Hoy, como nunca, los abrazo.

Leonor

Para que no queden cabos sueltos:
Me consta que debo la lista de los autores escandinavos.
Lola Mora es imposible de conseguir en los video clubs porque por un problema legal no fue editada.

Leo todo lo que escriben.