sábado, 8 de octubre de 2011

LA VIDA AGRADECIDA

Soy una persona de las que los demás llaman “con suerte”. Según una de mis hermanas tengo un don. Ella dice que yo deseo algo y lo logro.

Estoy en total desacuerdo con ese enunciado. La sensación de mi misma es que soy alguien que trabaja denodadamente, desde que tengo memoria, para lograr aquello que desea.

Fui una niña, la mayor de tres hermanas, que lavaba los platos para que no hubiera discusiones después de comer, especialmente los domingos.

Era una elección: para que no hubiera peleas entre mis hermanas y mi madre, yo levantaba los platos y me dirigía a la cocina. En la adolescencia lavaba y planchaba mis vestidos sin cuestionarme si la tarea correspondía a la persona que ayudaba en mi casa y no había sido realizada.

Ya mayor y con mis hijos nacidos fue siempre una prioridad la tarea cumplida que cuestionar si la persona a quien correspondía hacerla había realizado su labor.

Y hay algo que me gustaría que quede claro: no estoy elogiando mi proceder, de hecho creo que la mayoría de las veces he propiciado algo bastante parecido a un reparto injusto del trabajo. Pero entonces me otorgo el derecho a preguntarme por la existencia de la “suerte” como característica de ciertas vidas, o el trabajo denodado para darle empujones a la misma “suerte” para que se manifieste.

Sea lo que sea que elijamos como rasgo de una vida, de hecho escuchamos constantemente “tal persona tiene mala suerte” o por el contrario “es que ella es alguien con enorme buena suerte”, la pregunta central es si creemos en la magia, en un legado bueno o malo del que es imposible escapar, o estamos dispuestos a arrancarle a la vida todos sus dones y gracias trabajando para convertirnos en esos seres iluminados, o aceptaremos con resignación lo que nosotros mismos denominamos “el destino” y mansamente dejaremos que nos acerque a la felicidad o a la desgracia.

No soy necia, hay situaciones muy difíciles de atravesar: un defecto físico evidente, una minusválida, un rasgo congénito insalvable, la proclividad crónica hacia ciertas enfermedades, hacen que la vida se convierta en un desafío complicado y arduo.

Pero no pongo en el mismo grado de dificultad una ruptura sentimental, una apariencia física no acorde con lo que esta de moda, ganar menos dinero de lo que creemos merecer, soportar el ascenso de alguien que lo merece menos que nosotros, no aprobar un examen para el que estábamos preparados.

Seamos claros: lo que llamamos LA VIDA no es especialmente justa, y mucho menos contempla todos nuestros deseos. Y es a eso a lo que tenemos la obligación de adaptarnos y aceptar, pero después de haber hecho todo lo que estaba a nuestro alcance para lograr nuestros fines.

Como no estoy de acuerdo con dar consejos dado que los consejos parten de una experiencia individual tan especial que es probable que no le sirva a quien la recibe, me limitaré a contarles lo que ha sido, y es, mi vida. Esa vida que le hace decir a mi hermana que soy una persona que tiene un don y a la que todo lo cae del cielo.

Yo trabajo, trabajo, trabajo. Trabajo sabiendo que hay una porción de azar que es inevitable y que se va a meter con mi vida y la va torcer para el lado mas inesperado, con frecuencia, el que menos me gusta.

O sea, trabajo sin garantías. Pero la experiencia me ha enseñado que si las cosas no salen como yo esperaba me siento mucho mejor sabiendo que las instancias que estaban a mi alcance fueron agotadas, en vez de pensar que, por pereza o descreimiento quedo alguna hilacha suelta que logro deshacer toda la trama.

Yo hice todo lo posible. Lo demás es destino.

Los abrazo

Leonor

P/D. Es sábado 8 de octubre. Estoy en San Rafael, Mendoza. Esta noche presentaré mi libro. Hace frio. La gente es amable y agradecida. Me siento muy bien.

10 comentarios:

  1. Hola Leonor
    Muy bueno tu Post.
    Hace mucho que no escribia ya que estuve con examenes
    No se si es suerte o no,la vida esta llena de sorpresas,Algunas agradables y otras no pero hay que ir enfrentando distintas situaciones e ir adelante.
    La Vida no es Justa,pero hay que vivirla cada instante.Es decir tenemos que adptarnos a ella y vivirla de la mejor manera posible,si se presentan obstaculos hay que ir adelante.
    El Destino viene con la vida misma,No lo podemos cambiar pero si mejorarlo con nuestro trabajo y esfuerzo

    Saludos
    Pablo

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  2. Hola Leonor y Compañeros del Blog...

    Primero, empiezo con esta parte... "Pero entonces me otorgo el derecho a preguntarme por la existencia de la “suerte” como característica de ciertas vidas, o el trabajo denodado para darle empujones a la misma “suerte” para que se manifieste..."

    Considero que, más allá de la suerte... cada objetivo que concretamos depende de nuestro esfuerzo, y nuestro empeño por lograrlo, tal vez no tal cuál como lo deseamos... pero lograrlo.

    La "mala suerte", que a veces consideramos cuando algo que deseamos no sucede, o algo no nos sale tal cual lo planeamos... Creo que recae en el empeño, y también en el destino, tal vez, aquello, no era correspondido para nuestra vida, y por ende, no sucedio... Soy de esas personas que creen mucho en el destino, y a su vez, en el poder de modificar aquello que "está escrito".

    Con respecto a las situaciones difíciles de atravesar que nombras... es arduo el trabajo, pero si uno lo quiere, lo logra. Un entrañable Amigo de mi familia, sufre de paralisis infantil, y a pesar de eso, practico todos los deportes, aunque sinceramente no podía hacerlo, y nadie confiaba en su destresa, lo logró. Tal vez no fue el mejor, pero si fue el que venció con su dificultad. Es una de las personas que más quiero, y que siempre me enseñó que hay que trabajar para concretar nuestros objetivos, y cumplir nuestros sueños... y que tarde, o temprano, siempre lo logramos, y si no lo logramos, es porque no era correspondido, pero nos quedamos con el sabor de haber hecho lo imposible para lograrlo.


    Besos para todos.


    Brenda.

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  3. simplemente agradezco Leonor el hecho de que escribas tus pensamientos. Las últimas reflexiones me han hecho pensar más que cualquier otra...Gracias también porque a la distancia nos escribis, en una noche especial...Te quiero mucho Leonor...

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  4. Estimada Leonor, es un placer para mi participar de este blog y poder leer lo que Ud. escribe.
    Personalmente no creo mucho en la suerte, sino en las bendiciones, talento y oportunidades.
    A mi forma de ver Ud. es una mujer muy talentosa que a logrado atravesar cada piedra que la vida ha puesto en su camino.
    Ha sabido desarrollar ese talento y esa belleza.
    Muy hermosas reflexiones que dan gusto leer.

    Saludos.

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  5. ¡Hola a todos!
    Yo creo que sí naciste con un don, aunque no sea precisamente el que te adjudica tu hermana. Ese saber que tenés que trabajar para encontrar tu felicidad, también es un don, hayas nacido con él o lo hayas adquirido con los años. Y digo que es un don porque no todos lo tenemos. Algunos lo conocen pero no lo aplican, otros lo conocemos pero no nos animamos a averiguar qué pasaría si nos decidiéramos a llevarlo a cabo y otros quizá pasan por esta vida sin siquiera advertir esta, una de las instrucciones más imprescindibles de la vida.
    No creo en la suerte. Por el contrario, creo en la voluntad y el entusiasmo que ponemos en el día a día para que las cosas salgan como esperamos. Lógicamente a veces no nos salen así, pero generalmente esos casos involucran a terceros y la voluntad de esos terceros. Considero y compruebo día a día que las cosas surgen en proporción a las ganas que le ponga a algo, desde cambiar una lamparita hasta aprobar un detestable examen de matemática.
    Podría decirse que creo en el destino, pero sólo cuando me une a las personas. Me rehúso a pensar que nos conocemos por simple casualidad o por afinidad. Creo que hay algo mucho más grande y hermoso que nos une para después descubrir esa afinidad. No sé si toda nuestra vida está escrita o no. Lo bueno es que, al no saberlo, contamos con la ventaja de poder escribir nuestra propia vida.
    Que terminen la semana con muchísima alegría.
    Ceci.

    P/D: GRACIAS. Eran las palabras que estaba necesitando.

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  7. “O sea, trabajo sin garantías.”
    Hace poco, dijiste una frase, no muy diferente a esa, que me marcó mucho, no la recuerdo textual, pero se trataba en hacer las cosas sin esperar nada a cambio. Dicho sea de paso, hoy la mencioné en una pequeña reunión, cuando escuchando propuestas del centro de estudiantes me dijeron “tienen que motivarnos con recompensas”. Me impactó, realmente no esperaba escucharlo, pero estuvo bueno haber compartido lo aprendido y experimentado con los demás.
    Seguramente, a más de una persona también le haya quedado. A mi experiencia, puedo decir, que moverme para mi bien y para los que me rodean (sin esperar nada a cambio, logico), me hace sentir bien conmigo. Con el tiempo, el destino sorprende.

    Abrazo

    Bruna.

    P/d: Me rio, porque me doy cuenta de que cuando hago o decido algo, siempre digo “que sea lo que dios quiera”. Sin embargo, creo, en la ley de atracción. Leonor, ¿leíste “El Secreto” de Rhonda Byrne?

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  8. Hola!!!!! Esa es la suerte, estar aquí y leerte de nuevo, Leonor! Gracias a vos y a todos por un montón de información interesante para pensarla!

    Al principio les mando las palabras de mi amiga
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    Valeria dijo:

    ¡Hola Leonor!
    Siempre me decía mi mamá: “nadie logra nada sin trabajo”, y yo estoy de acuerdo con ella. Sí, claro que hay mucha gente afortunada, que tiene suerte, a veces el azar ayuda, pero estoy segura absolutamente que hay que trabajar y trabajar mucho.
    Me admira la gente que tratan de conseguir todo con sus propias manos sin contar con otro. A las personas así me gustaría ayudar, porque veo sus diligencias, sus fervores. Y no quiero apoyar las que no hacen nada para adelantarse, las niego.
    Con respecto a las garantías: pienso igual que vos, aunque no sean los resultados como me gustaría verles eso es mejor que seguir arrepentiendo de miedo, de “hacer nada”.
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    Y qué me gustaría decir a mí? Yo sé que al hacer todo lo posible no voy a arrepentirme de nada, yo traté de hacer algo y yo aprendí, ¿no? Tuve una experiencia y eso es lo más importante... Y la suerte... A la vez ganamos algo y perdemos algo, no existe la suerte en todo.

    Los besoooo a todos, suerrrrrte))))))

    Ekaterina

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  9. Hola, hola de nuevo! Una amiga mía más quisiera decir algo sobre el tema)))
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    Marcelina dijo:

    ¡Hola Leonor!
    Creo que hay cierta porción de suerte o de mala suerte en nuestra vida. Algo menudo puede ejercer mucha influencia sobre lo que hacemos. Y al mismo tiempo muchas cosas dependen de nosotros. No se puede esperar siempre que la suerte nos ayude, porque algun día todo saldrá mal por eso. Para lograr éxitos hace falta muchas fuerzas, tenemos que acordarnos de eso. La vida nos va a recompensar y va a hacer respatarnos a nosotros mismos. Raramente es así que alguien consigo todo por suerte, en realidad trabaja muchisimo...

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  10. Por el hecho de que merecen un GRAN reconocimiento, esta vez vengo a decir,

    ¡FELIZ DÍA DE LA MADRE LEONOR!.

    Que lo pases lleno de afectos!!!.

    Un beso.

    Bruna

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